La primera llamada del día es señal de que en casa ya no estás, además tienes los ojos soñolientos, que el café intenta despertar; pero que mejor que el "ring ring" de aquel teléfono para que de un sopetón te despierte por fín...
Luego de la pequeña conversación tuve por encargo avanzar unos documentos, pero por cosas de la inseguridad, no sabía por dónde empezar a revisarlos. Le daba vuelta al papel, como si en alguna posición encontrara respuestas, esta vez no preferí mirar al techo como aquellos niños de la infancia que buscan las soluciones a la tabla de matemática; sin embargo, cada linea que leía no la entendía para nada, andaba tabula rasa.
Así transcurrió mi día sin entender qué hacía exactamente ahí con ese papel. Solicitaba a gritos silenciosos la presencia de mi compañero, pero el no regresaría hasta los próximos 25 minutos.
Joder, veinticinco minutos en soledad intelectual, sin saber si lo que haría estaría bien o mal... Te habéis dado cuentas hasta aquí el problema mio ?
MH